La estancia del suspiro

Como sabràn este ùltimo fin de semana, lo pasè en el "maldito castillo" (vèase reportaje). Tranquilamente acampè, y no tuve mayores sobresaltos pero a sabiendas, gracias a incursiones anteriores, de que en el puesto cercano, atravesando un espeso monte, habìa presencia humana.

Quièn alguna vez fue el cuidador de este rincòn del sur, moraba en una còmoda residencia, casi tan antigua como el propio castillo.

A pocas horas de retirarme del lugar por la tarde decidì ir a saludar a este baqueano de la zona.

Nada me indicaba lo que encontrarìa minutos despues.

Lo primero que vemos al llegar a la propiedad son unos galpones muy viejos y por detras el chalet de estilo.

Al adentrarme en la propiedad algo me decìa que no estaba todo bien: pastos crecidos, pertenencias desperdigadas, el galpon abierto y desordenado.

Pero la casa lucìa totalmente intacta en su exterior, nadie respondìo a mis llamados.

Al acercarme, la atmosfera cambio por completo, del confortable calor de los rayos de sol a un cortante frìo seco y una oscuridad plena en el interior, objetos personales desparramados, pero con signos de presencia reciente, la puerta con un empujoncito, abierta.....

En el interior oscuridad total, las primeras fotos que hice, antes de abrir algun postigo, tuve que exponer alrededor de entre 20 y 30 segundos, esto significa que con el ojo no podìa ver mas alla que mis propias manos.

El segundo cuarto al que fotografìe fue la cocina, donde para mi sorpresa, encuentro sobre la silla y por el piso un goteo que se convierte en chorro de sangre.

Me corrìo por la espalda una sensaciòn MUY desagradable y en total oscuridad iba avanzando cuarto por cuarto pensando que tal vez el difunto podrìa aùn estar en la casa, considerando que esta bastante lejos de cualquier civilizaciòn. Todo està completamente oscuro y el unico modo de ver es poner la camara en flash de ayuda al autofoco e ir disparando :-\ El frìo es de al menos unos 10 o 15 grados por debajo que en el exterior.

Afortunadamente no habìa mas que abandono en la casa, pero lo cierto es que su morador, jamàs se fue por sus propios medios, en el baño, aùn lo esperaba su cepillo de dientes y la cantidad de ropa desperdigada ademas de papeles personales daban una clara pauta.

Me lamento no haber fotografiado esos detalles, pero realmente necesitaba ver el sol de nuevo y no tenìa ganas de ponerme a cambiar de objetivo en esa atmòsfera.

Otra vez en el exterior encontrè unos lindos detalles ademàs de un enorme tanque de agua de unos 50mts de altura como minimo.